De nada todo,
de todo mucho,
de mucho quedas atónito.
Del absurdo la incógnita,
de lo no cierto la duda,
de lo dicho el juzgar.
Del amor el coraje,
del coraje el fuego,
del fuego el lamento,
el agua el enfriamiento.
Donde?,
cuando?,
pasado mañana…
me esmero, me arrebato, no soporto ese silencio que enmudece la respuesta ni la diadema en sus ojos.
Quien soy?,
que digo?,
escondo sorpresas?. Jaja!!!...
nada hay bajo el papel crepe que cubre mis costillas.
Mariposas marinas navegan un agua sucia por mi piel salen despavoridas las heridas que algún día hicieron, transmuto el estercolero vomitando con licitud en los oídos de aquellos que enfrento. Maldigo ja!!!, no recuerdo a nadie en mis maldiciones si hasta para eso el vacío de mis ideas quedan huérfanas de hermanitas.
Mi alma no contiene cólera,
mi mente sí,
mi alma no contiene emociones,
mi mente sí,
mi alma está hecha de celofán por que desvarían los cristales de mis ojos según la vean a través de sus colores.
Como?,
quien es?,
mi mente?...
Mmm…
No, mi úlcera está intacta,
no la he visto salir,
si créame por favor,
esta en casa…
que???...
ja!!! la han matado?
¿y de cuando la hegemonía de la memoria atraviesa valles desiertos para plantarse frente siquiera a la hipótesis de creer aquello que me dice por que sencillamente no sabe quién tiene a su lado?.
¿Acaso el ego es un somnífero que adormece mi memoria encerrando mis defectos?.
Anoche toque el ala izquierda del colibrí que se alimentaba de mi miel, era dulce esa sensación de ser tan intima sin ser grosera y banal… Voy complaciendo mis sentidos no necesito más, tal vez no hay más que recorrer por este laberinto, daré la vuelta… volveré a ser niño
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