Traficante de sueños, eso lo escuche o leí en alguna parte. Ciertamente las mentes suelen traficar sueños, acomodarlos a
nuestro antojo, nos arrebatamos el mando de esos sueño y ya dejan de ser
nuestros, son siniestramente asfixiantes.
Colapsada, estoy con el vaso rebalsado
doy tumbo conmigo y bailo apretado con el espejo.
No me encuentro donde otros quieren que me encuentre
no soy siendo como otros quieren que sea
"yo", "nosotros"... ambos, en apretado exceso son mortales.
Una lastima que lo descubras todos los días
y no te des por aludido, soy la roca donde
rompe tu furia callada que seca la húmeda madrugada,
soy ese retrato espantoso que no te canta tu canción
favorita, soy ese café frío que baja por tu garganta y
ahogas en una bocanada de humo.
¿Acaso soy tu sueño rompiéndose en mil pedazos?
¿Acaso soy ese descubrimiento que tomaste por prestado
pero que no es alquilable ni tampoco accesible ante ningún
contrato?.
Amarte es un cataclismo inverosímil y púrpura que no
ha muerto y en aras de esa viva agua no te descuides,
que en el descuido invernal me descuidas y ya será
tarde cuando allí mis ojos no estén para los tuyos.
Fotografía de Brooke Shaden
No hay comentarios:
Publicar un comentario